Isaac Rabin, su compañero de viaje, uno de sus socios en la obtención del Premio Nobel de la paz, y que fue dos veces Primer Ministro israelí, en su libro autobiográfico cuenta: «Ya entonces conocí a Peres, su carácter y sus valores. No creí ni una sola de sus palabras» (Isaac Rabin,Libreta de Servicios, 1979, ediciones Maariv, en hebreo, página 417).
Las mentiras de Simón Peres
Si mal no recuerdo este era el que propiciaba las colonias israelí en territorios palestinos ocupados de Cisjosrdania y Gaza haciéndolo pasar como *desarrollo natural* y así apropiarse de territorios en un Israel que no es como los demás imaginan, porque los territorios son legitimamente de los palestinos.
El premio Nobel de la paz que de propiciar la paz ni por asomo, pero si vender armas bélicas a Sudamérica y ocultar una aumentada carrera armamentista nuclear por parte de Israel, negándolo abiertamente, cuando era evidente el arsenal nuclear en ese Israel nuevo, hijo de esos padres del fundacional nuevo estado sionista mentiroso y cruel.
Se hace el bueno reconociendo la OLP y el transfondo de la demanda de Palestina a modo de paripé para ser reconocido con el Premio Nobel de la paz, pero en la interna jamás tuvo la intención de llegar a un acuerdo con el pueblo palestino, es más se le acusa de urdir con Sharon la muerte de Arafat.
«Lo único que quiere Israel es ser ‘un pueblo normal’, la operación militar sobre Gaza no tiene otro objetivo que evitar el lanzamiento de cohetes», ha asegurado el presidente de Israel, Simon Peres.
Pero sigue mintiendo.
Un pueblo normal, un gobierno democrático, frente a las atrocidades cometidas en Gaza, no hubiese negado la colaboración con la investigación de la Comisión Goldstone, como hizo el gobierno Israelí. ¿No es cierto, Sr. Simon Peres?.
Y me quedo corta, porque ahora tiene una gloria que no merece por tantos inocentes asesinados en pos de un estado de Israel que no es tal y que no merece mayor análisis